
La nieve me encanta, y la verdad es que hacía muchos años que no recordaba una nevada como esta, por lo menos 15!
Así que esta mañana mi chico y yo nos calzamos las botas, nos pusimos gorros y mil complementos más para ir bien abrigados y nos dimos un paseo entre nieve, hielo, agua y escarcha:
Aquí con los brazos en jarra y metida en pleno campo para que veáis hasta donde me cubría la nieve, que además estaba muy dura porque había helado:
Y esta última cuando el sol se empezaba a quitar, aunque no para otra nevada, afortunadamente, porque ya estoy bastante "aislada", el caballo quería aparecer en mi blog, así que el también os manda un saludito nevado!